Es muy común que, al tener éxito, un determinado dispositivo comience a recibir, en su etapa post lanzamiento,una camada de nuevos modelos con diferentes colores. A veces, también, es simplemente una cuestión estética para aportar una relativa ‘variedad’ de opciones.
Esto es algo que Samsung, por ejemplo, hace constantemente con sus principales equipos: el Galaxy S3 y el Galaxy Note 2, por citar casos recientes, han tenido varias versiones ‘especiales’, en el que las especificaciones técnicas permanecen intactas, en favor de una lavada de cara y nueva tonalidad externa.
Eso ha sucedido nuevamente con su más reciente tableta, el Galaxy Note 8.0, presentada durante el Mobile World Congress de Barcelona y lanzada al mercado hace unos pocos días, a cambio de 399, 99 euros, en la mayoría de sus mercados europeos.
Los reportes más recientes indican que la compañía surcoreana estaría planeando lanzar nuevas versiones, en colores gris, rojo y negro. Las tres se sumarían al ya establecido blanco perla; distintivo de la mayoría de los dispositivos de ‘Sammy’.
Su componentes permanecerán iguales: panel de 8 pulgadas con resolución HD de 1280 x 800 píxeles, microprocesador quad core Exynos a 1.6 GHz, 2 GB de memoria RAM y 4.600 mAh de batería. El almacenamiento escala desde los 16 a los 32 GB, mientras que sus cámaras presumen sensores de 5 y 1.3 MP..