Desde que tuve mi primer smartphone con Gorilla Glass en la pantalla he prescindido de las fundas, las veía como un complemento innecesario que no hacían más que dañar el aspecto del terminal que el fabricante había querido darle. Es uno de los componentes que más aprecio en un terminal, más que nada por mi modo de vida, necesito un terminal duro. Siguiendo con impresiones personales, siento que Gorilla Glass 2 es más propenso al daño que el original.
La renovación de esta tercera generación no podía pasar por otro lado que por el aumento de resistencia que vendrá intrínseco al nuevo Gorilla Glass 3. Esta dureza se traduciría en un 40% menos de rayaduras en el cristal, visibles al ojo humano; esto es: tres veces más duro que la generación pasada. Y, si por alguna razón, el cristal resulta dañado, ahora retendrá la dureza un 50% más que generaciones pasadas.
Las características del párrafo anterior se traducen en NDR, Native Damage Resistance. O, lo que es lo mismo, todas las mejoras que ha hecho Corning en este nuevo Gorilla Glass 3, de las que tendremos todos los detalles el lunes en el CES, pero que, de momento, las anuncias como mejoras a nivel molecular del cristal.
Obviamente todo esto no significa que podrás dejar caer tu tablet desde el segundo piso sin que nada le pase, pero por lo menos te asegura poder dejar las gafas o las llaves encima de ella sin que la pantalla quede llena de rayaduras o sin que sufra tanto en las caídas, lo que ya es un plus..