En esta semana se anunció que había una enorme brecha de seguridad en, entre otros dispositivos, los Samsung Galaxy S III. Al parecer, ahora la primera remesa de este dispositivo (los vendidos entre mayo y julio principalmente) están sufriendo un fallo masivo que hace que el teléfono quede como un carísimo pisapapeles, ya que ni siquiera pasa de la pantalla con el logotipo de Samsung al encender, si eres de los afortunados a quien aún le enciende el celular.
Todos los días se añaden casos nuevos en los foros en los que se está discutiendo este grave tema, como HTCMania o XDA-Developers. Parece ser que el problema sería de la placa base, que tendría algún defecto de fabricación que la hace inservible a los 6 meses de uso. No se descarta que ocurra en los teléfonos vendidos a partir de agosto, simplemente es cuestión de tiempo.
Por lo general, no hay ningún patrón común en los teléfonos: da igual si tu teléfono tiene permisos de root o no, o si mantienes la stock ROM o por el contrario tienes una de las muchas ROMs disponibles para el dispositivo. El único factor común es que se estropean mientras el teléfono carga. Algunos especulan con que podría ser un fallo del cargador, aunque en mi opinión eso es un tanto ridículo porque es más que probable que haya gente que no use el cargador que venía con el Samsung Galaxy S III y utilice otro. En cualquier caso, es mera especulación, y podría ser absolutamente cualquier cosa.
Se trata de un fallo de hardware, y son teléfonos con 6 ó 7 meses de uso, por lo que la garantía cubre la reparación del dispositivo. El problema es que el tiempo de entrega estimado del servicio técnico es de entre 30 y 40 días, y lo más probable es que si tienes acceso root o una ROM, tu garantía esté anulada. No olvidemos que hace 6 meses, el Samsung Galaxy S III era el terminal Android del momento, terminal que ahora les deja tirados durante un mes.
Lo mejor de toda esta historia es que el día 9 de diciembre unos ladrones asaltaron el SAT central de Samsung de Madrid. Al parecer los ladrones se llevaron móviles tanto nuevos como reparados, e incluso teléfonos estropeados que esperaban ser reparados. De momento, Samsung no ha hablado acerca del problema de las placas de sus S III ni del robo en su SAT central. Se entiende que un teléfono robado en el SAT será repuesto a su dueño, pero los clientes no saben absolutamente nada de Samsung, que han tomado la callada por respuesta. Una respuesta insuficiente que hace que los clientes se sientan insatisfechos y frustrados por su falta de transparencia..